Conocí a esta pequeña maravilla hace poco más de dos semanas, una soleada tarde de domingo. Contactar fue increíblemente fácil y directo; no hubo necesidad de buscar su apartamento ni siquiera de encontrar la entrada a su culito prieto. Está ahí para complacerte, lo sabe, y dice lo que hace. La ventaja: es simple y efectiva; hace lo que dice y dice lo que hace. La desventaja: ninguna. Su cuerpo es exactamente igual a la chica de las fotos, y su cara es una grata sorpresa: una preciosa niña norteafricana que solo quieres hacerla chillar.

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